Vida en (re)construcción
¡Ya estamos a mediados de setiembre con la vuelta al cole en marcha!!! Todos muy expectantes con lo que pueda pasar, atentos a las medidas que han ido sacando y cambiando en los últimos días antes de empezar el curso escolar.
En este post nos parece interesante hablar de los juegos de construcción. Juegos con los que hemos jugado todos desde bien pequeños y con los que podías hacer tantas combinaciones… Con las mismas piezas había un montón de posibilidades, aún más dependiendo de quién lo hiciera y si era compartido, ni te cuento.
Esta variabilidad de los juegos apilables, nos han hecho pensar en estos días de incertidumbre, donde el panorama escolar iba cambiando a cada momento. Las familias y los equipos educativos, se veían en un constante remover piezas para poder adaptarse y encontrar la mejor manera de afrontar el nuevo curso.
Beneficios de jugar construyendo
Vamos a presentar algunos de los beneficios de estos juegos, que tienen edad de inicio pero no de fin:
*En los primeros años ayudan a desarrollar la motricidad fina, mejorando la precisión y la coordinación de las manos y dedos. Así que se experimenta y aprende sobre el entorno.
*Ayudan a comprender el espacio y los conceptos alto-bajo, cerca-lejos, delante- detrás. A medida que se juega también se desarrolla la capacidad de representar y analizar los objetos mentalmente, reconociéndolos.
*Algunos juegos pueden parecer muy simples, pero se requiere planificar o seguir un modelo. Cuando se es más grande se planifica para hacer nuevas construcciones pensando con las que ya se han hecho. O simplemente descubrir que debe haber una concentración para encontrar el equilibrio.
*De forma divertida se entra en el mundo de las matemáticas y la geometría. A menudo las piezas son formas geométricas y con estas se pueden experimentar conceptos matemáticos como la mitad, el doble, series y hasta operaciones simples.
*No podemos dejar de mencionar que las piezas dejan vía libre a la imaginación de cada uno. Los niños y niñas construyen sin estereotipos siguiendo su creatividad, creando mundos auténticos dejando aflorar sus inquietudes, pensamientos y sentimientos.
*También lleva al juego simbólico, a crear situaciones de la vida real e imitar secuencias de la cotidianidad.
*Por supuesto, el juego de construcción es eficaz para aprender el orden y transformarlo en hábito. Es fácil jugar a recoger con la intención que más adelante sean los niños mismos quienes lo hagan.
Torres sin límites
Estos son algunos de los beneficios que conlleva el juego de construcción, y pueden ser muchos más. Está claro que es una propuesta sin límites de modo de usar ni de edad, que estimula y muchas veces engancha. Seguramente todos tenemos un montón de recuerdos y experiencias de chicos. Tal vez somos de aquellos que aun ahora si tropezamos con algo apilable, seguimos intentado hacer la torre más alta sin que se caiga o un castillo con la puerta levadiza
Con esto rompemos la idea que estos juegos son para temprana edad: van mucho más allá, ya que la creatividad, la imaginación y el placer de crear (y a veces derrumbar) está en nosotros. También son fáciles de compartir entre niños y niñas de distintas edades, adaptándose a cada uno y compartiendo conocimientos. Es así un juego familiar estrella, donde todos tenemos cabida, pudiendo inventar, enseñar y aprender al mismo tiempo. El desarmar es una excusa perfecta y divertida para volver a construir, crear de nuevo probando nuevas maneras de colocar las piezas y reinventar. ¿Igual que en la vida misma?
Desde el equipo de JugaJoc os deseamos una buena (re)construcción otoñal, ¡que con vuestras piezas podáis crear el castillo que os convenga más!